L. RONALD HUBBARD | PERFIL BIOGRÁFICO

Músico y
Compositor

Aunque el Sr. Hubbard nunca se consideró un músico profesional en el sentido más estricto, sus logros musicales de ninguna manera son insignificantes. Cantando baladas en la radio en la década de los 30, en cierto momento ocupó el espacio que más tarde llenaría Arthur Godfrey y siguió componiendo e interpretando durante el resto de su vida.

En la década de los 70, organizó, preparó y orquestó varios grupos musicales, y de este trabajo surgieron toda una serie de observaciones clave, entre las cuales se incluye su análisis de la música country, del flamenco, de la música tradicional oriental y hasta de la música rock (de la que con toda razón observó que se estaba volviendo cada vez más primitiva). Entre sus composiciones de este período se encuentra su mezcla innovadora de jazz moderno, reggae y calipso, así como su uso moderno de formas tradicionales españolas y orientales. La descripción de lo que llamó “Las leyes de sonido proporcionado” también fue algo muy innovador, donde instrumentos similares con una leve diferencia de timbre se empleaban para superar el por largo tiempo fastidioso problema de la cancelación instrumental; es decir, el que el sonido de un instrumento “borrara el de otro” sin importar el volumen. Aunque los profesionales de la música han diseñado varios remedios, el Sr. Hubbard fue el primero que en realidad analizó el problema minuciosamente y determinó su solución. 

El álbum de Campo de Batalla: La Tierrade L. Ronald Hubbard, basado en su best-séller internacional, fue la primera banda sonora de un texto literario.
El álbum de Misión: La Tierra, un imaginativo e innovador acompañamiento musical para los diez volúmenes de la gran sátira del mismo nombre del Sr. Hubbard
El Camino a la Libertadde L. Ronald Hubbard, una declaración musical de Scientology que alcanzó el estatus de disco de oro.

El efecto neto de sus sensacionales avances en la música fue en verdad impresionante. De hecho, un crítico de esa época escribió: “L. Ronald Hubbard resolvió un problema que músicos como Buddy Rich (el popular líder de grupos y grandes bandas de jazz) e incluso Woody Herman (el conocido saxofonista, clarinetista y director de bandas de jazz) no pudieron resolver: concentrar la energía de una pequeña orquesta de jazz en una ‘big band’ (banda grande), una hazaña que es comparable a la de ponerle arneses a un átomo”.

La siguiente aportación musical de L. Ronald Hubbard fue tanto imaginativa como original: una banda sonora para su novela best-séller Campo de Batalla: La Tierra . Este álbum, descrito atinadamente como jazz computerizado, fue el primero en utilizar plenamente el potencial de los Instrumentos Musicales computerizado (CMI). El álbum Campo de Batalla: La Tierra, presenta trece composiciones de L. Ronald Hubbard, inspiradas en los personajes y eventos importantes de su novela. El álbum incluye además las actuaciones del gran músico de jazz, Chick Corea, y de Nicky Hopkins, antiguo pianista de los Rolling Stones.

Dada la naturaleza altamente satírica del libro Misión: La Tierra, la siguiente obra del Sr. Hubbard, el álbum para esta novela, es apropiadamente una banda sonora de rock duro. El artista principal fue nada menos que la leyenda del rock, Edgar Winter. Más tarde, los protectores del medio ambiente adoptaron la canción del disco sencillo, “Cry Out” (Clamor) como su himno de marcha para detener la contaminación indiscriminada.

El último álbum de L. Ronald Hubbard, El Camino Hacia la Libertad, refleja su creencia de que la música es un lenguaje universal maravilloso. En este caso, la usa para comunicar algunas de las verdades fundamentales contenidas en Scientology, y por esa razón, esta obra puede considerarse como música religiosa al estilo de Scientology. A su vez, la letra se ha traducido a siete idiomas y el álbum presenta la actuación de artistas scientologists de la industria del entretenimiento como Chick Corea, John Travolta y Julia Migenes. El Camino Hacia la Libertad también presenta la actuación vocal del mismo Sr. Hubbard en la canción final que se titula con toda propiedad: “Gracias por escuchar”.